Yeti
Investigaciones
Quienes creen en su existencia lo consideran un pariente lejano del orangután y descendiente del Ramapithecus que habitó en esta cordillera hace millones de años; y que por las características que presentaría, posiblemente esté emparentado con el Pie Grande y el Wendigo. Sin embargo, no existen pruebas concluyentes de la existencia de este primate. Incluso otras investigaciones relacionan al Yeti con los osos.Según otros autores, como el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, los primates en general y los simios en particular sólo viven en lugares donde existen frutas todo el año, es decir, en las zonas tropicales. Además no hay primates en las estepas, ni en los pinares mediterráneos, ni en los bosques de coníferas.[1] Por otro lado, el montañero, periodista y jurista César Pérez de Tudela afirmó haber avistado a la bajada del Annapurna, en 1973, al yeti.[2]
En el año 2008, un grupo de investigación japonés encabezado por el científico Yoshiteru Takashi, líder del proyecto Yeti nipón, recorrió durante 42 días la región de alta montaña Dhaulagiri IV dejando constancia de haber fotografiado presuntas huellas de unos 45 cm de longitud del escurridizo primate. Takashi asegura que volverá a Nepal y al Tíbet durante los próximos años y no dejará el proyecto hasta que su grupo obtenga pruebas fehacientes de la existencia del ser legendario más buscado del planeta. El Yeti también es llamado "El Mono Dorado
Supuestas reliquias del Yeti en los monasterios budistas
Supuesto cuero cabelludo de un Yeti, en el monasterio Khumjung, en Nepal.
En algunos monasterios de Nepal se conservan restos supuestamente pertenecientes al Yeti, pero que posteriormente se ha demostrado pertenecen a un tipo de cabra local. Por otra parte es muy dudosa la existencia de simios de semejante tamaño. En los monasterios budistas de Khumjung, Pangboche y Namché Bazam, en Nepal, se dice que conservan como reliquías los cueros cabelludos o escalpos de Yetis (además de una supuesta mano incorrupta en el de Pangboche). En 1961, tras un estudio efectuado de la cabellera de Khumjung, se dio a conocer que pertenecía a otra especie de animal, un pariente del rebeco, el serau del Himalaya (Capricornis thar) y no un primate desconocido. El objeto en cuestión, es un tipo de caperuza que suelen utilizar los monjes en las danzas rituales. La de los otros monasterios estabán igualmente confeccionadas. Estos artilugios se veneran y son considerados autenticas reliquías por parte de los monjes del monasterio porque son antiguos, tienen más de trescientos años.
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